Félix
Cárdenas,
presidente de la Comisión de Visión de País de la Asamblea, en una entrevista
abierta.
Preside la comisión en la
Constituyente que delineará las próximas semanas el perfil de la nueva
Bolivia. Tiene en consecuencia sobre sus espaldas la responsabilidad de
conciliar las distintas posiciones —algunas de ellas contrapuestas— que han
llegado a esta instancia. Un diálogo revelador con Félix Cárdenas, presidente
de la Comisión Visión País.
¿Cuál es su
visión de país?
Lo primero que
hay que hacer es precisar la naturaleza de la Constituyente: para nosotros es
una Asamblea indígena, por lo tanto la discusión es india y el futuro es
indio. En otras palabras, es una Asamblea originaria y plenipotenciaria, cuyo
fin es dibujar un nuevo mapa institucional; lo que a la vez implica destruir
lo que hasta el momento estaba instituido: el carácter del Parlamento, del
Ejecutivo, de las Fuerzas Armadas, etcétera. Ése es el quid de la cuestión.
Partiendo de que
es una Asamblea originaria, ¿cuál es su visión de país?
Lo que debemos
discutir primero es qué tipo de sociedad somos, por lo tanto qué tipo de
Estado necesitamos y qué tipo de autonomías corresponden a este Estado. El
primer diagnóstico que tenemos como comisión es que Bolivia es un Estado
colapsado, por lo tanto todo está en cuestión. Bajo este parámetro definimos
tres subcomisiones: de organización, de interpelación al Estado o juicio
político al Estado colonial y neoliberal, y la subcomisión de visión de país
propiamente dicha.
¿Un juicio al
Estado?
Es un juicio
político, histórico y moral. De lo que se trata es rescribir la verdadera
historia de las luchas sociales y para ello pretendemos organizar un tribunal
conformado por personajes con moral política, como doña Domitila Chungara.
¿Y cuáles serán
las tareas de este tribunal?
Emitir un fallo
que nos permita pedir un resarcimiento de daños. Por ejemplo, en el caso de
España, como no es posible pedir un resarcimiento económico, podríamos por lo
menos exigir un tratamiento preferencial a nuestros compatriotas que viven en
ese país. Lo principal, sin embargo, es que a partir de este fallo se escriba
la verdadera historia del país, que es la que debiera enseñarse en las
escuelas.
¿Todos piensan de
esta manera en la comisión?
Hay dos
posiciones: los conservadores, que no quieren cambiar nada, y los que
entendemos que el Estado es plurinacional.
Como presidente
de la comisión, supongo que tendrá que conciliar ambas posiciones. ¿Cómo lo
hará?
Hay algunos temas
de fondo como reterritorialización, autonomía o tierra y territorio que son
parte de la discusión y que no van a ser fáciles de conciliar.
¿Cómo entiende un
Estado plurinacional?
Con un Parlamento
indígena propio, un Parlamento nacional sin Senado y que garantice la
participación indígena en toda la estructura estatal y con justicia
comunitaria, entre otros temas.
¿Usted prefiere
un Estado plurinacional a uno intercultural?
Uno es
consecuencia del otro: si es plurinacional entonces es intercultural, lo que
implica un respeto mutuo entre culturas.
Habla de dibujar
un nuevo mapa institucional. ¿Esto implica comenzar de cero?
De lo que se
trata es cambiar radicalmente las instituciones, no de mejorar lo que ya
existe. En otras palabras, se trata de derruir el Estado y sobre sus cenizas
construir uno nuevo, lo digo en un sentido metafórico. Para eso tenemos que
tener un Gobierno fuerte y no como el que tenemos, que hace concesiones y
sólo administra el Estado neoliberal.
¿No está de
acuerdo con el actual Gobierno?
No soy masista,
pero creo que esta oportunidad es la única que vamos a tener los indios para
cambiar el estado de situación; si se cae este Gobierno nos caemos todos. Por
eso tenemos la obligación de sostener a este Gobierno a precio de nosotros
mismos.
¿No existe el
riesgo de incidir demasiado en el diagnóstico en desmedro de la propuesta?
Finalmente, tanto esfuerzo puede terminar sólo en una especie de desagravio
simbólico por parte del Estado colonial pero nada más...
Esta comisión
debería de haber comenzado a trabajar desde hace dos meses. Yo mismo le dije
a Silvia Lazarte cuando empezamos a discutir el reglamento: “Quizás estamos
discutiendo reglas para un partido de fútbol cuando lo que vamos a jugar es
fulbito”. Se nos está acabando el tiempo.
¿Cuán avanzado
está el trabajo en la comisión?
Ya definimos un
borrador del preámbulo de la Constitución.
¿Nos puede
adelantar lo que está escrito en este borrador?
Caracteriza de
dónde venimos, quiénes somos, qué queremos. Hace énfasis en que somos una
confederación de identidades, con idioma, cultura y religión propios. Con
autonomías departamentales, indígenas y provinciales. Que somos, en suma, una
sola entidad.
¿Cómo imagina que
será la votación en la Asamblea?
Quisiéramos que
fuera por consenso, pero tal como van las cosas tendremos que someter las
decisiones a votación. Las minorías deben aprender a ser gobernadas por las
mayorías. (APV)
“Esta oportunidad es la única que tenemos los
indios para cambiar la situación; si este Gobierno se cae, caemos todos”.
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